Nacemos en Medellín, Colombia, durante un periodo de particular violencia social, política y delincuencial, causada principalmente por el narcotráfico, situación que nos impulsa a querer desarrollar -desde, con y para las mujeres- propuestas de vida en un contexto de muerte.
Inicialmente nos conformamos con el nombre de Instituto de la Mujer Trabajadora, dirigiendo nuestras acciones al campo de la salud de las mujeres, la formación socio-política de mujeres trabajadoras y sindicalistas, así como a la promoción de la ciudadanía de mujeres jóvenes.
Desde 1990, luego de muchos años de vida, sueños y trabajo, nuestro andar nos afirma en la opción por el feminismo, la defensa de los derechos humanos de las mujeres, la transformación de la cultura, y la incidencia -con las mujeres- en los procesos políticos y de desarrollo local.
Estas opciones representan nuestra razón de co-inspirar, trabajar, luchar, soñar e insistir. El feminismo no estuvo explícitamente presente en los referentes y apuestas institucionales durante los primeros años de existencia, pues el enfoque de género fue inicialmente el marco conceptual asumido para fundamentar teórica y políticamente el trabajo dirigido a la inclusión sociopolítica de las mujeres, la defensa de sus derechos y la promoción de su ciudadanía. Pero luego de transitar por ideas, debates y experiencias diversas durante varios años, en 2003 decidimos asumir el feminismo con plena conciencia y convicción, en tanto pensamiento crítico, propuesta impugnadora, movimiento libertario y acción política transformadora para hacer realidad la consecución de una vida digna para las mujeres.